martes, 27 de abril de 2010

Letting go takes love, Anonymous

Mi amigo Marck me envió este sesudo poema (o bella reflexión). Viene a cuento de la canción de Jaume y su comentario.


To let go does not mean to stop caring,
it means I can't do it for someone else.
To let go is not to cut myself off,
it's the realization I can't control another.
To let go is not to enable,
but allow learning from natural consequences.
To let go is to admit powerlessness, which means
the outcome is not in my hands.
To let go is not to try to change or blame another,
it's to make the most of myself.
To let go is not to care for,
but to care about.
To let go is not to fix,
but to be supportive.
To let go is not to judge,
but to allow another to be a human being.
To let go is not to be in the middle arranging all the outcomes,
but to allow others to affect their destinies.
To let go is not to be protective,
it's to permit another to face reality.
To let go is not to deny,
but to accept.
To let go is not to nag, scold or argue,
but instead to search out my own shortcomings and correct them.
To let go is not to adjust everything to my desires,
but to take each day as it comes and cherish myself in it.
To let go is not to criticize or regulate anybody,
but to try to become what I dream I can be.
To let go is not to regret the past,
but to grow and live for the future.

To let go is to fear less and love more



Remember: The time to love is short

sábado, 17 de abril de 2010

Flow


"Contrary to what we usually believe, moments like these, the best moments in our lives, are not passive, receptive, relaxing times - although such experiences can be enjoyable, if we have worked hard to attain them. The best moments usually occur when a person's body or mind is stretched to its limits in a voluntary effort to accomplish something difficult and worthwhile."

Mihály Csíkszentmihályi from his book "Flow"


"Contrariamente a lo que comúnmente creemos, los mejores momentos en nuestras vidas, no son los relajados, pasivos o receptivos –aunque tales experiencias pueden ser agradables si hemos trabajado duro para conseguirlos. Los mejores momentos normalmente tienen lugar cuando el cuerpo o la mente de una persona están tensos al límite, en un esfuerzo voluntario para conseguir algo difícil y que merece la pena."

--

jueves, 15 de abril de 2010

Las Cuatro Leyes de la Espiritualidad


La primera dice:
"La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:
"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:
"En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última:
"Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. ¡Ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado!


Con mi agradecimiento a Almu que lo compartió conmigo.